Barcelona, 1387. Hugo Llor, un muchacho pobre del barrio de la Ribera, será tomado bajo su protección por Arnau Estanyol, el protagonista de “La catedral del mar”, cuyo único hijo, Bernat, se encuentra en Alejandría cumpliendo misiones comerciales y le conseguirá un pequeño trabajo en las atarazanas de la ciudad. Los disturbios que siguen a la muerte de Pedro IV traerán entre otras consecuencias la recuperación del favor real para la familia de los Puig, los tradicionales enemigos de Arnau, quien acabará siendo asesinado por estos sin que Hugo pueda hacer nada para impedirlo. Cuando el hijo de Arnau, Bernat, regrese establecerá un pacto con Hugo para vengar la muerte de su padre, pacto que Hugo, incapaz de cometer un asesinato a sangre fría, no llegará a cumplir. Bernat se verá forzado a huir y, convertido en corsario a favor de Castilla, volverá a Barcelona tras la subida al trono de Fernando de Antequera y llegará a ser almirante de la flota. Mientras tanto, Hugo, con la ayuda de una familia judía a la que Arnau defendió en el pasado, prosperará como viticultor y vivirá un intenso amor con Dolça, amor que acabará trágicamente. Por intervención de Regina, una amiga de Dolça, que ejerce como médico y que siente por Hugo una pasión enfermiza, adoptará a Mercè, una niña nacida en un convento de monjas, sin saber que es su sobrina. Con el paso de los años, Bernat toma a Mercè como esposa. Pero cuando se entera de su oscuro origen, la acabará repudiando y separándola del hijo de ambos, que lleva el mismo nombre que su abuelo. Hugo luchará por defenderla, enfrentándose a Bernat, que ha vuelto a casarse con Marta, una hija de familia noble. Al quedar embarazada y hallarse Bernat ausente, Marta intentará envenenar a Arnau. Hugo lo impedirá, pero no podrá evitar la muerte de Bernat, que se producirá a la sombra de La catedral del mar.