Antes que nada Mirall trencat podría ser considerada la historia de una mujer de origen menestral, Teresa, que no únicamente es capaz de superar las peligrosas consecuencias de una primera pasión juvenil sino que, endurecida con aquella experiencia, sabrá escalar distintos escalafones de la sociedad barcelonesa hasta conseguir instalarse en un lugar de primer rango dentro de la alta burguesía de la ciudad. Desde este lugar de privilegio, que ya nunca perderá, deberá protagonizar aún otras experiencia, otras pasiones, otros conflictos…, mientras pasan los años y a su alrededor aparecen nuevos personajes i nuevas maneras de entender la vida. Pero en realidad en Mirall Trencat, más allá de la historia de Teresa, se desarrolla la evolución de una gran casa de señores, situada en la parte alta de Barcelona, con su esplendor y su decadencia. Todo ello a través de tres generaciones de una familia que, dentro de salones y dependientas magnificentes, o entre la exhuberancia del parque que envuelve la finca, crecen, aman, odian, viven… y mueren. Siempre bajo la mirada atenta y ávida, pero callada, de una criada, Armanda, que quiere aquel mundo tanto como sólo Teresa lo ha querido, y que, cuando la señora falte, todavía intentará salvarlo. Mirall Trencat muestra, de manera indirecta, la evolución de las clases poderosas catalanas desde finales del siglo XIX hasta una larga y oscura posguerra, ya casi en la mitad del siglo XX. Es, en definitiva, la historia de una familia que tuvo el poder y la gloria y que permitió que su pequeño paraíso acabará desapareciendo.